lunes, 13 de junio de 2022

Momento

Las fuerzas del mal no terminan.
Continúan con su tiranía
al tratar de dominarnos.
No le interesa los daños
ni los niños ni los ancianos,
ni siquiera les importa la vida.
No logramos reducirlos
ni tampoco fatigarlos
es que son muchos, son tantos
obedeciendo como esclavos
a la voz de su amo.
Y nos vamos multiplicando
al precio de nuestras fuerzas
que se van desgastando
más rápido de lo pensado.
Y en un instante de paz,
cuando no me siento acorralado,
me rindo ante tus brazos
rescatándote de la memoria
y me dejo engatusar
por el arma de tus labios
y por el preciso disparo
que tus ojos aciertan en mi alma.
Instante de amor y de calma
que de renovadas fuerzas me carga
para seguir defendiendo el nido
contra el poder del enemigo
que no conoce de sentimientos
ni tampoco de esperanzas.
Daniel Valdman.