no te quedes con nada
que desnudos en la cama
solo acariciaré tu espalda.
Deja que me inunde
en el fulgor de tu mirada
y si quieres, cierra los ojos
para liberar el alma.
Quítate todo,
no te quedes con nada.
Abandona las asperezas
de la vida cotidiana.
Renuncia al dolor,
a los recuerdos,
a las penas acumuladas
y deja que mi espíritu te invada.
Siente el calor de mi cuerpo
acariciando la piel que te cubre
y entrégate al placer
que regalan los sentimientos.
No, no es solamente que te deseo,
es simplemente, que te amo.