durmiendo a mi lado
a un compás tranquilo respirando
y de vez en cuando
un suspiro
que vaya a saberse
cuales sueños lo provocan.
Y te miro
sintiendo la felicidad
de que estés conmigo
compartiendo el mismo lecho,
sin caricias ni besos.
Solo el descanso de los cuerpos
tras el fragor de la vida
que juntos hacemos
y que despiertos, nos vemos,
para decirnos cuanto nos amamos.