Está en tus ojos y sonrisa.
En la caricia
que me dejas darte.
En la palabra que me regalas
diciéndome que me amas.
En las canciones que revivimos
y en esos tonos
en los que siempre fallamos.
Está cuando nos amamos
o cuando paseamos
por jardines sin nombres.
Está cuando nos miramos
y sin decir nada,
nos sentimos.
El Edén existe
porque nosotros lo creamos.
Daniel Valdman