y a tu fantasía regalarle
sinfines de colores
robados de todas las flores
y que pintes con ellos
el cuadro de la vida.
Vienen a ti amada mía
multitudes de colibríes
trayendo desde los jardines
el mágico polen de la dulzura
para que inventes con tu ternura
el elixir del sentimiento.
Te traen las aves
su danza en vuelo
y sus trinos madrugadores
para que dances con ellas
y te complazcas con sus voces.
Y yo, te traigo cariño,
la caricia de un amor infinito
y un abrazo
para nuestros corazones.
