con el candor de tu sonrisa,
mirando con alegría
que estemos juntos.
Suplicarme en tu mirada
quedarnos un rato mas
en la cama
para seguir compartiendo
nuestras caricias.
Y por qué no
si realmente, esto es vida.
Compartir con la mujer querida
dejando que el sentimiento fluya
con su halo de cariño
y sentir el pecho hendido
de tanto amor y belleza.
Así, sin maquillaje en la cara
y con la pereza
de recién despertada
para seguir en el romance,
tibio, cálido entre sábanas
y dos almas.