viernes, 29 de abril de 2016

Demencia

Me estremece tu sonrisa
y tu ahogada risa
me hace sentir como un niño
compartiendo la travesura.
Es deliciosa tu alma
que me trae la calma
en momentos de angustias.
Ansias de vivir locas
me contagias
y quieren mis brazos
atrapar tu luz,
para tenerte, cuidarte
y meterte en mi pecho
como candil de amor.
No es que deseo tus besos,
te quiero a ti, toda tu.
Con lo que te criticas,
con lo que te alagas.
Con las fantasías que inventas
y con esos sueños
que compartes conmigo.
Podemos ser dos cuerpos
que se arrollan,
podemos ser dos almas
que se aman.
Y así, en la turbulencia
entre sueños y pasiones,
te quiero a mi lado eternamente
para jamás curarme 
de la locura de amarte.
Daniel Valdman