Cae el otoño
con sus nuevas aguas
empañando las ventanas
llenando la mente de nostalgias
queriendo dibujar en los vidrios
el paisaje que se esconde.
Desiciones apresuradas
en un momento tomadas
por quizás las circunstancias
que en ese instante apresuraban
y sin saberlo ni pensarlo,
cambiaron mi destino.
Si, no hay duda que he vivido
y que muchas veces me he equivocado
y que hoy, en este otoño,
me están haciendo juicio.
No se puede volver al pasado,
imposible remediarlo.
Y más que las hojas
azotadas por los vientos,
el otoño está en mis cabellos
y en las arrugas de mi rostro.
Doy vuelta la mirada
escapando de esos pensamientos
viéndote en el lecho
a esta hora tan temprana
en las cobijas apretada
volando entre sueños
y luchando contra el frío.
Entonces, un aluvión de cariño
es el que me inunda el pecho
para volver contigo al lecho
y darte el calor que necesitas.
Y siento que en mi vuelve la vida
y que contigo he acertado
porque al encontrar el amor en tus manos
ya no importa el pasado
y desaparece la nostalgia.
Y aunque los vidrios de las ventanas
se mantengan empañados
y los vientos del otoño
hagan volar las hojas secas,
contigo siempre es primavera
por lo mucho que te amo.
Daniel Valdman
