Sentada al borde de la cama, esperabas mi caricia y embelesado por tu mirada me sumergí en los abismos de tus ojos. Quise llenar tu alma con todo mi sentimiento para que los espíritus unidos recorran nuevos universos. Sin palabras, sin cuerpos, solo lo etéreo de nosotros, haciendo la eternidad nuestro tiempo.
El fruto del amor crece en el árbol de la vida cual debemos abonarlo, regarlo, podarlo y cuidarlo porque es nuestro único tesoro. Es la fruta que nos libera de egoísmos, de angustias, de penas y tiene la virtud de no dejarnos sentir solos. Es quien nos da fuerza para seguir porque alimenta el alma.y es la mejor medicina contra todos los males que nos atacan. Si tienes amor para dar, no lo esclavices en tu ser, libéralo para recibir el amor que se te brinda. Y así lograrás que la vida satisfaga tu existencia.