mientras lo bailamos como bolero.
Yo, apretándote el talle
y tu, con tus dedos en mi cabello.
Sin palabras y muy lento
contorneamos los cuerpos.
Solo las notas decían
lo mucho que nos sentimos.
Y quedó el romance suspendido
al acabarse la tonada
mientras tu mano no se apartaba
y mi abrazo tampoco.
Y seguimos bailando
al compás de nosotros
en la música de los sueños
que se fueron haciendo besos
al ritmo de un te quiero.
