avanzamos por las montañas.
Escarpadas las piedras
que nos dan la bienvenida
entre filosas aristas
preparándonos para la epopeya.
Vamos por un flanco
sin que nadie nos vea
y el color de nuestra ropa
se confunde con la tierra.
Sigilosos paso a paso
como una misión secreta,
tratamos de llegar al sitio
donde le produzcamos más daño.
No somos muchos, somos pocos
pero estamos bien armados,
ágiles y descansados
para lograr nuestro cometido.
No nos espera el enemigo
ni siquiera sabemos a dónde vamos.
El oficial tiene la orden
y nosotros lo seguimos.
Es tan fresco y limpio el aire
que quisiera compartirlo contigo
una vez que esto acabe.
Venir de aventura
y estar más cerca de los cielos
disfrutando este hermoso paisaje
que pensando en tí lo veo.
Y sigue el camino tortuoso
y yo llevándote en mi pecho.
Daniel Valdman.