Nos amamos con la piel y la carne y en el mismo lecho, te amo en los sueños. En el perfume que me dejas, en el remolino de tus cabellos. Te amo en los pensamientos que no me abandonan en el día y en las caricias que me atormentan desde el recuerdo. Te amo en los suspiros que me regalas y en los besos que revivo. Nos amamos con la piel y la carne pero en tu ausencia, te amo más aunque no estés conmigo.
Estás en mi. Aunque tu alma se resista al sentimiento por las heridas recibidas en algún pasado. Estás en mi porque estoy posesionado de un amor invencible y por la fuerza del cariño que me lleva a amarte. No puedo abandonarte por más que tu quisieras pues tengo el alma llena de sentimiento para darte. Y por eso te digo mi amada que tu lucha es vana ante todo lo que siento. Te amo y no hay razón, motivo o circunstancia que cambie este sentir tan profundo. Y por eso te pido que no niegues lo que desde hace tiempos ya está escrito marcando este destino que nos une.
Entra mi sentimiento por tu ventana para acompañarte en los sueños y en las esperanzas. Quiere llenar tu espíritu de comprensión y cariño cubriéndote con el alma ansiando que una sonrisa se dibuje en tu cara. Darte el beso de las buenas noches o de los buenos días por la mañana y sentir que la vida ríe si tu ríes con ella. Es tanto lo bueno que para ti deseo que me siento muy pobre para poder lograrlo, pues en mi, solo hay sentimiento que así, puro te lo entrego pues más que amor otra cosa no puedo darte
No puedo con tanto sentimiento. Las caricias atrapan el aire y el alma el desconsuelo. Se entiesan los brazos al querer abrazarte y el silencio de tu ausencia deja mi gesto flotando. No estás para decirte cuanto te amo ni para recibir el beso que llevo guardado desde no se cuanto tiempo porque el estar sin ti se me hace eterno y suplica todo mi ser ir a buscarte. Te amo y eso, no hay nada que lo cambie.
Un beso, una caricia y la eternidad del amor en ese instante robándole suspiros a la vida y el goce de los cuerpos entregando las almas. Cuánto sentimientos hay en las miradas que con ojos ciegos se ven tras las manos recorriendo cada poro, sensaciones nuevas disfrutando dándolo todo en la danza de los espíritus. Que el vuelo no termine es la ansiedad que gobierna los timones del Universo en la nave del amor. Y eres mía y yo tuyo y es una sensación divina creada por los mismos cielos que así como a las estrellas también crearon los sentimientos.
Deambulan entre las nubes fantasías mientras entre espacios, dejan ver las estrellas y las nostalgias de mi mente se apoderan. Sueño contigo despierto contemplando este cielo que me trae tu presencia y un manto de sentimiento hace vibrar el alma y el cuerpo. Te extraño. Los brazos vacíos claman tu figura y los ojos desesperados se comen tu sonrisa. Porque de alguna manera me acompañas, en el recuerdo, en la nostalgia por esto que nos tenemos y lo separa la distancia. Y en la angustia de pensarte y soñarte despierto se congoja en mi pecho un amor muy grande. Porque realmente, te amo.
Creo en ti. El poder del sentimiento obliga a las almas a entregarse totalmente sin que se sometan a pensamientos. Creo en ti por tus palabras, por tus gestos. Por la manera en que me miras, por la forma que me acaricias y por el sabor de tus besos. Creo en ti por el impulso a la vida, por el fulgor de tu sonrisa y por los sueños que compartimos. Pero sobre todas las cosas, creo en ti porque te amo.
Me refugio en tu mirada buscando la calma de las ansiedades que le produces a mi alma. Deseos de ti, de tu boca, de tu palabra. Del abrazo infinito que todo lo cura en el sentir intenso cuando se aprietan los pechos y los espíritus se juntan. De la sonrisa que conmueve al más profundo pensamiento y a este sentimiento que busca refugio en tu mirada.
Siento tu cariño llegar desde lejos. Mi alma se impacienta afanando el tiempo al arribo de tu cuerpo a mis brazos. Desespera la conciencia, las manos tiemblan angustiadas por el abrazo que hace mucho guardan para apretarte fuertemente. Están las caricias, se impacientan los besos y los ojos desesperan para reflejarse en los tuyos y comerse la sonrisa que se creará en tu rostro. Es tan grande la emoción del encuentro que valió la vida la sensación de este momento donde te recibiré con cariño, con afecto y el corazón en la mano.
Tengo tu voz pegada al oído cantándole a mi alma cuanto me amas. Se llena el espíritu de amor inacabable queriendo abrazarte con todos los sentidos. No alcanzan los cuerpos para tanto cariño y por eso te escribo, para desahogar en los versos todo este sentimiento que desde el corazón me lo dicta a gritos. No me alcanza con amarte, necesito meterme en tu pecho.
Caen luces desde el cielo y por cada estrella que abandona el Universo pido el deseo que siempre me acompañes, porque eres la paz y la angustia que me impulsa hacia adelante en el fragor cotidiano que hace la vida. Es tanto el sentimiento que te veo en el mar y en el cielo, en cada cosa que realizo y cuando me olvido, es porque en ti estoy pensando. Si, eso es lo que pido a las estrellas fugaces, que pase lo que pase, siempre estés conmigo.
Cantan las aves en la madrugada y con sus acordes llevan la ilusión de mi alma que te alcance la caricia que te envío a la distancia. La pongo en sus trinos porque llegan mas lejos que sus alas y puede que por la ventana de tu corazón sensible entre sigilosa en tu sueño de la misma manera como te la envío, con un acorde en un trino.
Despiertan las flores a hora temprana abriendo sus capullos para mostrar su belleza. No lo hacen por naturaleza sino, para celebrar tu llegada. La puerta está abierta dándote la bienvenida iluminándose la casa con luces de sentimiento. Porque tu cambias la vida con solo la presencia quitando las oscuridades del alma llenando de esperanzas todas las melancolías. He de prender del hogar el fuego porque la vela del amor hace rato que está encendida.
Recorreré tu piel. Cada poro será una conquista. El vértigo de la pasión lo llevaré despacio hasta que desesperes. He de hacerte vibrar como jamás lo ha logrado tu cuerpo para que sientas el placer de ser mujer y amada. Será tan grande la sensación que no querrás detenerme pues quiero llegar a lugares donde te descubras a ti misma. No, no lo hago solo por placer. Lo hago para que seas de mi adicta y jamás te quieras separar de mi sentimiento. Quizás sea egoísta, pero es porque te amo.
Amanece helada la mañana pero el calor de tu alma entibia mi espíritu. Sentir que te amo, saber que me amas me fortalece las ansias de enfrentar la vida. Jamás hubo una caricia que me llegue tan profundo como la que me entregas a horas muy tempranas dándome los buenos días. Y el beso que de madrugada aún casi dormida, me alimenta la jornada y alegra la rutina. Cuanto amor hay en tu alma y por eso la mía, está de ti enamorada.
Revuelvo la mezcla construyendo la casa. Tu me traes el agua que mi sed necesita, pero más me calma tu sonrisa que me sacia el alma. Construimos los dos el nido con un poco de arena y con mucho cariño colocando los ladrillos que protegerán nuestro sentimiento. Haremos un hogar grande que siempre esté encendido y al amparo de su fuego crecerán nuestras caricias y será tan puro este refugio que solo el amor entrará por su puerta.
Pasan las horas, los días y no dejo de soñar con que seas mía. Caminar de la mano, sentir tu caricia. Hundirme en tus ojos llenándote de cariño. No puede mi alma con tanto sentimiento. En la realidad te sueño y me llena de alegría sabiendo que está más próximo el día haciéndome suave la jornada. Es que tu, mi bien amada, le pones luz a mi vida llenándola de la esperanza que pronto seremos uno enredados en un abrazo.
Vuelan en mis manos las caricias buscando tu rostro, tu cuerpo, mi anhelo. Desean entregarte el amor que te tengo creando en tus labios una sonrisa. Buscan mis caricias acoger tu alma y guardarla en lo profundo de la mía. Quieren amarte con calma entregándote cariño. O quieren hacerlo con ansias de poseer tu belleza. Desean entregarse de mil maneras porque saben que te amo
El tiempo va pasando y en su huella va dejando los desgastes en el cuerpo y experiencias en el alma. Se tranquiliza la conciencia, se profundizan los sentimientos, se hace más sensible la vista cambiando el valor de nuestros juicios. El desespero se aquieta, los afanes se suavizan. Y te amo, con la calma que he ganado, con el corazón entregado cada vez que tomo tu mano o te robo una sonrisa. A esta edad, mientras se tiñe de plata la cabeza y en el rostro, millones de grietas van marcando las angustias que hemos superado y las alegrías que guardamos como tesoros invaluables. Y es así que me doy cuenta que cuanto más el tiempo ande, te seguiré amando, ya no como antes, sino que cada día con un amor nuevo.
He de amarte con cariño, muy despacio, con la experiencia que he ganado y con la inocencia del sentimiento. Las caricias serán fuertes y lentas para que lleguen más profundo y los besos muy suaves controlando la pasión que nos quema. Te dejarás llevar haciéndote mía y disfrutaré cada gemido que tu espíritu emita. Te entregaré toda la ternura que exista en mis manos y recorreré con los labios cada poro de tu piel. La locura quedará esperando porque el vuelo que iniciamos tiene por destino el amor.
Vuelan las caricias buscando los cuerpos. Bulle la sangre, la piel se eriza. Tratan de llegar más profundo que la carne inundadas de cariño entregado en cada beso, respirando el mismo aire. Tratan las caricias de meterse en los pechos para rozar en su intento lo más profundo del ser queriendo poseer la sensación del alma. Y es así como te amo, con todo el sentimiento.
Tener en el espíritu la ansiedad de encontrarte. Lanzarme a tus brazos para entregar tanta llama. Pasión, amor, locura vaga que angustia el pecho y no da calma. Cuánta sed tengo de tus caricias. Cuánta es mi hambre de tus palabras. Tenerte al frente y mirarte diciéndote todo en la mirada y en un acto de vida mi corazón entregarte. No puedo más expresarte. Mudas las palabras recurren al silencio por no saber explicarse este volcán de sentimiento. Y así, con mi alma enloqueciendo es como te amo.
Qué delicia disfrutar tu caricia que me devuelve la vida en momentos aciagos. Gozar tu sonrisa compartiendo la alegría simplemente de estar juntos. Vivir los sueños entrelazados en abrazos gozando cada sencillez que nos pone el momento. No necesitamos gran cosa, solamente amarnos. Y con ello brilla el día. Desaparecen las tinieblas que nos gobernaron el pasado surgiendo nuevos horizontes entre el mar de tus ojos y el cielo de tu alma.
Estás en mi cuando camino por la calle y la gente se contagia de la sonrisa en mi rostro producida por la felicidad que me regala recordarte. Revivir cada instante en que compartimos el amor que estalla en nuestros pechos. Volverme a reír por tus travesuras y tenerte conmigo mientras ando aunque solo sea un sueño. Y es así, aunque separados, transitamos el mismo camino. Seguro que me sientes a tu lado como yo te siento en el mío con toda la ilusión de volver a amarnos, como ayer, como hace un rato, como en cada momento en que nos pensamos.
Te invito a recorrer la aventura de la vida. Carguemos las mochilas y llevemos la carpa. Seré quien cuide el camino, serás mi ángel y diabla y ambos seremos cómplices de lo que creamos. Encenderemos el fuego que alimenta el espíritu y nos llenaremos de besos, de caricias y de sueños. Te entregarás a mis brazos en la oscuridad de la noche y los grillos harán acordes tocando para nosotros. Y así seremos parte de la naturaleza para crear bajo su cielo una nueva vida.
Te busco en el torbellino de los sentimientos donde los sueños no hacen más que crecer las angustias. Los brazos desean atraparte mientras las manos vacías se van cargando de caricias. Quizás no sea tu cuerpo lo que mi ansiedad necesita. Quizás sea tu palabra, tu mirada, tu sonrisa o quizás sencillamente tu presencia. Tanto amor tiene mi alma para entregarte que los sueños se convierten en pesadillas en esta odisea enorme de encontrarte. Y a pesar de la fatiga al buscarte, mucho más te amo.
Quiere el sentimiento atraparte en un abrazo haciendo que sientas de mi pecho lo que tiene para darte. Una caricia, un beso o quizás el alma entera que del corazón quiere escaparce. No alcanza con contarte pues son pobres las palabras. El sentir es más grande de lo que puede la expresión. Y esa es mi ilusión, tomarte de la mano y en el silencio desbordado por lo que dicen las miradas sientas de mi la paz, la calma y sobre todo, el amor.
Tiemblan las manos al saber de nuestro encuentro. Es tanto lo que te extraño que la emoción no cabe en el cuerpo y por hallarte el desespero hace que te abrace antes de tu llegada. Las manos tiemblan, el corazón estalla y surge a mi mente la magia de todo el sentimiento. Cuánto es lo que siento al saber de tu llegada ! Bienvenida a la casa que tengo a ti guardada muy metida en el alma.
Desesperados los sueños vagan por mi mente creando angustias, desvelos y emociones ansiando la manera de encontrarte para tenerte, abrazarte, acariciarte y decirte cuanto es que te quiero. La distancia produce una locura que hace volar las manos buscando como alcanzarte. Y vagan los sentimientos ahogándose en el pecho tratando de verte en todas partes. Y estás allí, metida en cada belleza que admiro mientras anhelo compartirla contigo y me quedo en el sueño. No sabes cuánto es que te quiero y lo peor es que yo tampoco.
Y vuelan mis sueños con tenerte, acurrucada en mi pecho y entrelazadas las piernas. Dejándome aspirar el aire de tu aliento y un dulce beso dártelo en la frente compartiendo el calor que emana de los cuerpos mientras tus pechos en el mío se ierguen. Vuelan mis sueños y te ansío para llenarte de caricias que desesperan por llegarte y las voy acumulando en estos sueños voladores que no hacen más que recordarte.