los recuerdos llegan
que no hace mucho
te iba a buscar a la escuela
y nos devolvíamos por las calles
pateando tapitas
o jugando carreras
hasta que ya empezaste a ganarme.
Hoy cumples exactamente
la mitad de mi vida
que he tenido la suerte
de contigo compartirla
para aprender que ser padre
es criarse de nuevo.
Me has ganado en muchas cosas
más que las carreras
pues me enseñaste la felicidad
de tenerte como hija
haciendo realidad la fantasía
tantas veces soñada
compartiendo aventuras o travesuras
hablando un idioma
que solo tu y yo entendemos
o con señas o miradas
siempre poniendo el alma
en cada día que tuvimos.
Hoy te toca mi función
que espero haber cumplido,
enseñándole a tus hijos
lo que de mi pudiste haber aprendido
y lo que la vida te haya enseñado.
Me siento orgulloso
de que seas mi hija
sin diplomas ni medallas,
con el único motivo
de llegar a ser quien eres.
Gracias Sharity
por haberme regalado
la mitad de mi vida.
Porque no sabes
cuanto te quiero.
Daniel Valdman.
