miércoles, 14 de octubre de 2015

Danza

Una mirada tuya
limpia todos mis pesares
haciendo que me transporte
al alma que llevo dentro.
Quiere salirse de mi cuerpo
para abrazarte eternamente
y fundirse con la tuya
en una danza interminable.
Y por ello, extiendo mis brazos
para aferrar tu talle
y que sientas en tu pecho
todo lo que mi corazón
quiere darte.
Mi alma no tiene brazos,
solo inspiración y sentimiento
y por ello necesita de mi cuerpo,
de mi voz, de mi aliento
para entregarte en estos versos,
con pasión, amor y deseo
todo lo que tengo.
Daniel Valdman