a mis besos
y un manto de cariño
cubre nuestros cuerpos.
Vuelan las caricias,
se unen los te quiero
y la mente se pierde
disfrutando el placer
que nos damos.
No existe otra vida
que la encontrada
entre nuestros brazos
y no existe otro motivo
que el de amarnos,
así, entre besos y caricias,
con las almas entregando.