domingo, 29 de noviembre de 2015

Amada

Quizás pueda el destino
cambiar nuestras metas.
Quizás las necesidades,
inclusive la conciencia
pueda torcer nuestro rumbo,
pero no podrán esas adversidades
truncar mi espera.
Hoy vendrás como siempre
con mil cosas que contarme,
que las dirás en un instante
pues realmente, vienes por la caricia,
que te alivie, que te calme.
Que te hace sentir viva,
plena de amor, de sugestión,
de primaveras brillantes.
Y yo, como tu único ángel,
te he de amparar en mis alas,
para quererte, para amarte
porque es lo que siento entregarte,
porque eres mi fiel amada.
Daniel Valdman