domingo, 28 de febrero de 2016

Simiente

Como un rayo de luz
entré a tu sueño
para iluminar los lugares
que te eran oscuros.
Sigiloso y en silencio
recorrí tu sentimiento
y desenmarañé las angustias
que ahogaban tu pecho.
Llené de caricias tu alma
y al ver mi labor realizada,
en la frente te di un beso.
Y me fui, quizás contento
deseando que sigas tu sueño
y que al despertar,
hayas renovado esperanzas.
Te dejé la simiente
de todo mi cariño.
Puse luz a tu destino
para que todo sea brillante
y al andar por los caminos
que la vida te pone delante,
lleves esa luz radiante
para enfrentar adversidades.
Y así sonreírle a la vida
aunque yo ya no esté presente
pues llevarás la antorcha
que candente,
sembré en tu sueño
para que sea eterna
y también,
la enciendas a tus decendientes.
Daniel Valdman