al transcurrir la vida.
Los caminos que recorrimos
dejan sus huellas marcadas
y vemos cada vez más lejanas
las energías que alguna vez tuvimos.
Imposible recuperarlas
por mayor esfuerzo que hagamos.
Pero el tiempo nos da algo,
la sabiduría de no apresurarnos,
de disfrutar otro nuevo día,
de tener más profundos los sentimientos.
Y te amo,
sin el mismo afán de juventudes idas
ni con locas travesuras
que la ingenuidad imponía.
Te amo desde el fondo de la mirada,
desde tu mano en la mía
caminando lento por senderos ya recorridos
disfrutando cada piedra del camino,
cada flor silvestre que nos saluda
porque para ella, somos conocidos.
Te amo así, con la piel gastada
de tantos años encima
y con la historia vivida
que no necesita palabras
dejando que la felicidad nos invada
de haberla realizado juntos.
Y que nos sigamos amando
ya no como antaño
sino, haciendo el último tramo
que nos depara la vida.
Daniel Valdman
