miércoles, 9 de agosto de 2023

Batuque

Hilaba la lana
para tejerla
y en cada puntada soñaba
como le quedaría la prenda
a quien tanto amor
ella le entregaba.
Medía la sisa,
estiraba las mangas
y en medio del pecho
un corazón dibujaba
con otro color de lana
como si saltase de la prenda.
No pretendía ningún gracias,
solo vérsela puesta
y mientras tejía
casi en silencio le decía
lo elegante que se vería
con su nueva indumentaria
que del frío la protegería
y en el calor se la quitaba.
Dulce movía la cola
al sonido de las palabras
porque sabía que era suyo
todo el cariño que ella tenía
y él feliz y contento estaba
mirándola con todo el amor
que solo ese perro puede darle.
Daniel Valdman.