lunes, 11 de marzo de 2024

Evolución

Se quedaron las voces de los niños
impregnadas en las paredes.
Aún se escuchan sus gritos y sus risas
haciéndose uno partícipe
de tanta bulla y tanta alegría.
Las pareedes aún resuenan
con los golpes de pelota
mientras las baldosas resisten los saltos
que se dieron en cada vuelta de la soga.
La casa está en pié
y permanece entera.
Puede ser que yo sea
su último habitante
pues el progreso ya llega
y los edificios se comerán los jardines
y gran parte de la historia
de los niños que llenaron
las paredes de bullas y gritos
y que quedarán unicamente vivos
en el inmenso poder de la memoria.
Daniel Valdman.