Te encuentras ahora en el portal de mi espíritu que te da la bienvenida esperando lo ocupes todo. Recibirá con cariño el manojo de sonrisas que has traído y te lo compensará con las caricias que desde hace tiempos llevan aguardando. Sanará tu angustia, besará tu frente y sentirás latente el sabor de la alegría. Olvidarás las penas, fabricarás sueños nuevos llenando al mundo entero del amor que contagia. Serás tu, la dueña de mi alma una vez que cruces el portal de mi espíritu.
En la nebulosa del pensamiento buscan mis manos tus cabellos para atrapar el instante donde el amor, todo lo pudo. Fugaz, intrépido, absoluto; cuando la piel dejó de existir y la danza de las almas cubría el espacio con el silencio de los besos y el clamor de la sangre. Y por ello te quiero, porque entre los dos existe el complemento que hace al Universo mas bello. Le da vida a realidades que alguna vez fueron sueños y nos sumerge en pasiones que la razón no entiende. Eres el aire en mis venas que hace al alma etérea metiéndose en tu pecho para abrazar a la tuya y así gestar estrellas que solo viven en sentimientos. Y por ello, el amor es uno y es todo lo que tengo.
Pueden mis versos describir el tormento cuando las ansias de estar contigo es solamente un sueño que martiriza y agobia todos los pensamientos. No es solo el deseo ni la sed de caricias. Es sentir tu aliento como queriendo descubrir el alma que me esclaviza. Hundirme en tu mirada disfrutando la vida gozando de tu presencia. Porque al estar ahí, eres la esencia de lo que mi alma ansía como mujer, como musa, como la mas hermosa estrella que pueda brillar en mi espíritu. Pueden mis versos describirte el cielo porque tu, eres todo mi universo.
Vivo de ti, de tu sonrisa, de tus palabras, de tus caricias. Eres el alimento que me impulsa a seguir cuando me siento abatido de luchar contra las injusticias. Eres la magia de la fe que me lleva a no perder la esperanza, que me enseña que el amor no se acaba y que debo continuar hasta encontrar al fin la equidad en mi alma. Soy soldado rebelde tratando de construir un mejor mundo. Y aveces me gana la indolencia, la sevicia y la mala voluntad. Y por ello, me alimento de ti porque entre tus brazos encuentro el motivo de la vida.
Coquetearás conmigo, me expondrás tu cara haciéndome desear el sabor de tus labios. Te reirás a carcajadas de mi infantil reacción y seguirás jugando conmigo como el gato con el ratón. Te excitarás en la danza haciendo volar tu falda buscando mi excitación y he de bailar contigo, apretando tu cintura, acercándome a tu oído para que sientas el latido de lo que buscas en el juego; del que a duras penas puedo contener la emoción. Hoy es un sueño esta danza del amor y es que en mi corazón ya no tiene mas cabida esta espera infinita que el destino ha creado. Ven, tómame a la distancia de la mano y bailemos juntos este vals de la vida.
Llegarás a mi lado, te miraré de cerca Y la emoción brotará aunque nadie la espera. Nos juntaremos en un abrazo compartiendo los latidos y los sentimientos reprimidos acumulados en la distancia. No está lejos quien se va ni tampoco quién se queda, porque el amor de una manera mantiene unidos los corazones. Y se juntarán las miradas diciendo todos los silencios en caricias de sentimientos que se sienten en el alma. El beso se detendrá angustiado por las emociones y nos quedaremos quietos solamente sintiendo cuánto nos hacemos falta.
Estaba en el mar recorriendo las estrellas y un manto de niebla dibujaba tu cabello. Me quedé mirando y soñando al mismo tiempo con este amor casi imposible que nos tenemos. Te llevo a todos lados aunque no estés conmigo porque te has metido en el rincón mas sensible de mi alma. Y me gusta y te siento y me llena el corazón de fantasías. Casi sin querer, eres mía y yo ahora quiero ser solo tuyo. Se acabaron las aventuras. Ya no seguiré recorriendo el mundo buscando en lo profundo de los mas sentidos sentimientos porque encontré en tu pecho el gran amor que ansío.
Abdicaré al orgullo por quererte y afinaré el oído para mejor escucharte. Abandonaré el egoísmo para tenerte y me pondré al servicio de lo que ambos buscamos; que, al fin y al cabo, es el amor que nos sentimos. Seré un ser nuevo, sin cargas del pasado para entregarme limpio y puro sin pensarlo a tus brazos y quizás sea el esclavo de tus caricias y besos. Beberé en el mar de tu aliento cada palabra aunque no tenga sentido y me saciaré de tu aroma hasta quedar rendido en la cúspide del amor que nos tenemos. Si, seré un ser nuevo, para entregártelo todo.
Si te digo "te quiero" con lágrimas, es que desgarra el alma de tanto sentimiento. No es angustia ni deseo. Es la explosión en el pecho que sucumbe en los ojos dándote gotas de amor. No es llanto ni misterio. Son tantas vidas pasadas para encontrar a la amada y decirle lo que siento. Son caricias acumuladas, quizás trémulos besos y quizás sea por ello que al podertelos dar de emoción caen lágrimas que son de felicidad.
Aprendimos tanto a amarnos que ya somos una necesidad, imposibles de abandonarnos para quizás, poder regresar. No nos soltamos, seguimos amarrados por sentimientos, por los brazos o por invisibles lazos metidos en la ansiedad. Somos amantes eternos, sin distancias, sin tiempos con sed y hambre permanente de nuestras almas, de nuestros cuerpos y de esas miradas que sin ninguna palabra lo expresan todo. Y así, es difícil vivir lo común de lo cotidiano, porque todo el día voy pensando en el instante de nuestro encuentro y sigo afanando las agujas del tiempo para que llegue la hora donde compartimos nuestros sueños. Si, es difícil vivir así y es lo mejor que me ha pasado.
Te miro a la distancia y de cariño se me llena el alma. No es solo extrañarte, es sentir tu calor en la piel y la angustia loca de abrazarte. Hundirme en esa mirada y querer fundir mi corazón con el tuyo. No es solo el abrazo que satisfaga mi espíritu. Es contagiarte de los sentimientos que a esta hora me llevan a escribir lo que siento. Es amarte sin palabras para que el espacio lo ocupe el silencio y que las manos en la lontananza entreguen las caricias justo a las almas. Y la paz que traen a los tormentos de tanto amor, de tantas ansias, se convierten en un beso, así, a la distancia.
El amanecer será entre bruma y oleaje. El mar estará tan inmenso como lo infinito de nuestros sueños. Mientras refugiada en mi pecho te deleitarás con el latido que canta desde el nido donde nacen mis sentimientos. Seremos dos viviendo fantasías que quizás la vida alguna vez las puso lejos y por las fuerzas de ese anhelo ya las tenemos cerca. Somos pájaros del tiempo que sin importar cuánto nos queda lo volamos hoy, sin mañanas, sin recuerdos porque el amor que nos tenemos urge ya entre caricias y besos. Somos mar, somos cielo, somos aire y viento. Tormentas de primavera y astros del universo. Somos miradas que se entregan a los mas profundos silencios porque están de más las palabras en la maravillosa vida de nuestros sueños.
Estás lejos y mis caricias desesperan. No dejo de ver tu rostro metido en la memoria de lo que se ama y no se deja. Necesito de ti, de tu palabra, de tu presencia. El aliento cálido, la sonrisa fresca y esa tormenta de cariño que me regalas en cada gesto, en cada actitud a la vida. Eres la fortaleza que a mi espíritu alimenta y me da las ansias de seguir siendo tu la meta, para llegarte al alma y se quede cobijada en este corazón que por ti espera.
El poder de tu belleza es el que atormenta el no poderte ver ni tenerte cerca. La luz de tu alma eterna ilumina el sendero que en silencio, casi ciego, sigo buscando a tu encuentro. Estás allí, entre las caricias que te esperan, en el vendaval de sueños y en las ansias de la mente. Si, quiero tenerte pero con la pureza del alma. Y por ello, espero que estos versos te lleguen como caricia del amor que por ti siento.
Monté mi corcel para dirigirme a tu vida. Cargué las alforjas de fantasías y amarre claveles a las bridas. El alazán estaba decorado y feliz se notaba su paso. Contento se sentía como su amo tras el destino al cual se dirigía. Y es así como cambió mi vida de sin fines de aventuras idas en sendas de todos los terrenos, hasta encontrar en tus brazos tiernos la paz y el descanso del cabalgante eterno. Cada uno de los días te busque por los parajes, en millones de paisajes, entre ríos y lagunas. Entre montañas profundas y abismos interminables. En las playas de todos los mares y en los jardines del alma hasta tras una sonrisa encontrarte. Mil gracias por esperarme para compartir nuestras vidas.
No me pidas que piense en ti, porque no dejo de hacerlo. Eres el manantial de mis pensamientos y la caricia anhelada. Eres mi luz en tu mirada y la música de cada palabra. Eres alivio en la caricia, pasión en un beso. Eres el alma que deseo me acompañe de por vida porque sin esa alegría se hace inútil la existencia. Y por todo esto amada mía, no es que piense en ti, es que no vivo sin tu presencia.
Caminaremos juntos del brazo recorriendo cada paso de la vida. Iremos por jardines nuevos y nos recordaremos aquellos que ya hemos pasado. Cantaremos viejas canciones a medida que vayamos caminando y le sonreiremos a las flores agradeciéndoles su existencia. Seremos pájaros en el bosque y nubes y estrellas. Y la felicidad toda nuestra de tenernos amarrados, no por cogernos del brazo sino por estar encadenados en el sentimiento de las miradas. Y en este jardín que hoy andamos, tomando de la vida lo mas puro, te declaro que nunca hubo un amor como el nuestro, elaborado solo de sueños, como el jardín que transitamos.
Estarás conmigo en la distancia con la caricia cotidiana que te estaré dando en letras. Cada día un poema y en cada frase un beso para que sientas en el verso el calor de mi presencia. Estaré cada madrugada revoloteando en tus cabellos para que sientas lo bello de compartir la alborada. Tu soñando, yo escribiendo y los dos amando con el mismo sentimiento. Ha de ser en la distancia porque así lo quiere la vida, pero todos los días mi caricia estará llegando a tu alma. Daniel Valdman
He soñado contigo. Te tenía entre mis brazos y la magia del amor brillaba en tu rostro. Cálido, suave, tierno, así era el sueño porque los sentimientos atraviesan realidades haciendo que la sensación perdure mucho mas allá del instante. Y todavía te tengo aunque ya esté despierto, acurrucada a mi pecho queriendo que el tiempo no pase, que ese momento sea eterno como para seguir soñando sin que sea fantasía, con el amor que nos tenemos.
Verte, y la alegría se anima con tu presencia. Sentir que estás aquí, tan junto a mi pecho me altera el alma como para que sientas mis latidos. Se extienden las manos aunque estén quietas, tratando de entregar la caricia que con ansiedad guardan. Y la emoción entorpece las palabras que con una sonrisa, tu sabes comprender. Y es así lo que te extraño que con solo verte, me cambias la vida y le da premio a la espera. Tanta emoción, tanta alegría que se me olvidan las fantasías que elaboré en tu ausencia para entregártelas al verte como regalo de bienvenida. Te quiero, y me alcanza con que lo sepas.
Despacio, muy despacio. Deja que la caricia te invada. Permite que naufrague en el mar de tu cuerpo dejando que llegue hasta los lugares infinitos. Disfruta su bamboleo que irá poro a poro sumergiéndose en los valles, en los acantilados, en las suaves curvas de todo tu cuerpo. Despacio, muy despacio regalándote un amor intenso.
Me vestiré de guerrero, lidiaré con la muerte. Seré paladín de sentimientos, arriesgaré todo por tenerte. Lucharé contra la envidia, derribaré la rutina y haré trizas las distancias. Te amordazaré a besos y te atacaré con caricias hasta que tu piel se rinda a mi noble bombardeo y tu corazón derrita la mas aguda espina que pueda tener en mi pecho. Y montarás mi cabalgadura engalanada tras la victoria, mostrándote erguida sabiéndote conquistada por quien se jugó la vida queriendo ganar tu mirada, para que solo triunfe el amor entre dos apasionadas almas
Recorreré cada surco que halle en tu cuerpo con las manos de labrador que de labrar tengo, sembrando en cada poro semillas de amor para que en ti germinen. Las regaré con besos, las abonaré con cariño y ante las tormentas, las cubriré contra el frío. No habrá vendaval ni granizo que las perjudique porque es mi cuota de vida que le pongo con espíritu. No has de ser mi alma gemela, serás la reina de todo mi continente que con la sapiencia de quien trabaja la tierra he de tener paciencia para que las flores que sembré en su momento crezcan. Y en cada tallo serás mía y en cada pétalo seré tuyo y entre ambos cosecharemos racimos de sentimientos en el jardín de la vida.
Mi brazo extendido, tu mano inquieta que busca la mía sobre la mesa. Las palabras quietas, el café de por medio y las miradas risueñas que lo dicen todo. No hace falta el beso ni tampoco la caricia. El sentimiento flota por todas las fibras y la pasión cede ante tanto cariño. Es otro mundo, es otro sitio, donde la piel sobra y las almas se desnudan. Es mi mirada en la tuya diciéndote que te quiero y es tu mirada en la mía diciéndome que lo aceptas.
Te vestirás de gala para acudir a mi cita. Lucirás la mejor sonrisa y la voz más sensual. Un collar de coralinas, aros de lentejuelas y encima de las orejas dos flores campesinas. Tendrás el alma encendida de pasiones acumuladas y no querrás la calma que mis brazos te brindan. Querrás lucirte reina de toda la comarca para conquistar al príncipe que hoy enfrentas. Y seré tu público predilecto porque aplaudiré tu soberbia caminando en la pasarela de los guijarros en el camino sentado en la pradera feliz de tenerte en mi destino. Y el mundo tendrá envidia de la alegría que sentimos porque entre los cuentos de amor jamás encontrarán una historia como esta.
En la senda de la vida recorrí muchos países. Conocí enormes ciudades llenas de neón y tráfico. Inmensos campos y praderas, montañas con abismos interminables. Mares de muchos colores, selvas impenetrables. Conocí millones de gentes con sus culturas particulares y entre todos los rincones que con mi alma he llegado, a esta altura de la vida he encontrado el lugar de mi residencia. Es donde existe la rosa mas bella. Donde reina la paz y alegría que tanto he buscado. Donde se hacen fértiles los prados y la ilusión es reina. Es donde canta la Naturaleza la canción de los tiempos que todavía no llegan. Y la caricia es el idioma que todo gobierna. Encontré mi sitio en tu alma, donde mi paso se aquieta tras haber hallado al fin tu corazón que es mi meta.
Eres mujer, eres niña. Y yo, adulto adolescente que agudiza el oído para deleitarme con tu voz. Que fijo mi mirada para de tu rostro no apartarla y que se me quede grabada la imagen de tu belleza. No quiero que se escape ni un solo tono que emanas, ni un solo gesto que hagas. Porque quiero que vivas en mi, siempre, de por vida. Y el temor a perderte hace que me apodere de cada expresión que me brindas. Somos grandes ya y nos amamos como niños, con esa necesidad intensa de compartir nuestro cariño habiendo ya crecido en las inmensidades del tiempo. Y quiero amarte así, como el primer amor que haya yo tenido.