te fuiste por otros rumbos
que quizás, algún día te alcance
porque todos tenemos ese destino.
Hoy no tengo tus historias
ni la encrucijada de palabras
que solo tu y yo entendíamos.
Se que no te fuiste del todo
porque quedará conmigo
esa última sonrisa que me regalaste
cargada de felicidad y asombro.
como la de un niño con su juguete nuevo.
Gracias por el valor que me diste
al declararme como tu amigo
y se que seguirás empujándome
para que no decline,
para que siga adelante.
La vida es un espectáculo
donde cambian los personajes.
Pero hay quienes eternamente quedan,
como tu, para ser leyenda.