apretadas a las tuyas
sintiendo el fragor de las almas
en querer juntar los cuerpos.
Tu, entregándome el cuello
para que la excitación crezca
y yo, inundándote de besos
haciendo el momento mas intenso.
Vibraban las sensaciones
a ritmos endemoniados
sintiéndonos atrapados
entre ropas y vestidos
queriendo ser liberados
para así entregarnos
al amor mas puro y sincero.
Y fuimos ángeles en el cielo
volando en cien mil maravillas;
con tus manos apretadas a las mías
y con los ojos cerrados,
pasionales, ardorosos y hambrientos
de juntar las almas en el intento
mientras de amor
se llenaban los cuerpos.
