cada mañana
porque junto con el sol
me ilumina tu mirada
pendiente de ver
cada movimiento al levantarme
queriendo absorber
cada uno de los detalles
que mi vida cotidiana hace.
Y siento tu amor
en esos ojos que irradian
cariño, pasión
y un montón de sentimientos
al sentir que nos pertenecemos.
Yo, tu hombre
en el que confías,
en el que te apoyas.
Tu, mi compañera,
la compinche de mis locuras
y la correctora de las travesuras
para que sean las aventuras
que siempre soñamos.
Y eso es amor.
A la mañana temprano,
mientras me levanto
y los espíritus no sacian su hambre
de seguirse comiendo.