sábado, 14 de octubre de 2023

Guerra

Flameaba la bandera blanca
hasta que un proyectil
quebró su mástil
y con él se quebraron
los sueños y esperanzas
de que quizás
se acabasen los disparos.
Quedó sumergido el recinto
entre gritos y llantos.
Se sumaron mucho más los heridos,
se quedaron sin abrazos los niños
y el terror los encontró desesperados.
No son balas las palabras
ni armas con qué defenderse
y tras tantos ruegos y súplicas
pasan a ser vanas
sin destino que las albergue.
Las guerras,
símbolos de poderíos y fortalezas
que desprecian la vida
tras acometidas y acometidas
hasta encontrar que el enemigo
ya no respira.
Y todo para qué
si al fin del último disparo
tendrán que encontrarse las manos
reconstruyendo lo que han destrozado
para volver al comienzo
mientras convivían juntos
y se tildaban de hermanos.
Daniel Valdman.