Crujen los leños
a la energía del fuego
y el calor crece en nuestras almas
por el poder del sentimiento.
Disfrutamos el momento
entre tiernas miradas
hipnotizados por las llamas
que danzan sobre los leños.
Y te amo,
ahora, en este instante
como si desde siempre
me hubieras hecho falta
aún, desde antes de conocerte.
Se inunda de cariño el ambiente
y mi pecho ya no puede
retener tantas ansias.
Deseos de ti, de tu mirada,
de tu dulce palabra
o del silencio que compartimos.
Es un instante único
que durará toda la vida.
