miércoles, 5 de agosto de 2020

Vals

El tiempo pasa
dejándonos las marcas
de lo que hemos vivido.
Pero la juventud del alma
se mantiene inquieta
deseando con nuevas fuerzas
cumplir los sueños nunca perdidos.
Y quiero tus brazos en mi cuello
bailando un vals eterno
sobre el tapiz de la hierba,
en el más brillante día,
sin nubes, a sol pleno
y que sea testigo el cielo
de esta danza sin música.
Tu en mi alma y la mía en la tuya
y juntos ir por los sueños,
esos que tenemos
desde toda la vida
Daniel Valdman