sábado, 17 de diciembre de 2016

Tiempo

El ritmo del reloj
alarga la espera
y cuando estamos juntos,
su compás desespera
haciendo que se esfumen
esos momentos tan preciados.
Porque tenerte entre mis brazos
es una sensación divina
creándome la vida
que alguna vez me ha faltado.
Es el sentimiento
quien inunda esos instantes
que queremos nunca falten
a pesar que todo
se lo lleva el tiempo.
Las juventudes, la piel,
quizás el deseo.
Pero las ansias que de ti tengo,
no se las llevará el calendario
y quedará allí atrapado
en ese instante, en ese tiempo,
que cuando lleguemos a viejos
seguiré diciéndote
que te amo.
Daniel Valdman