domingo, 18 de octubre de 2015

Espíritus

Te fui a buscar hoy
en la profundidad del alma
y te encontré en mi cuerpo enredada
buscando la caricia nueva.
Me quedé un instante
seduciendote con la mirada
mientras ya estabas entregada
al placer de la conquista.
Jamás vi un rostro tan bello
lleno de candor, pena y travieso
buscando la aventura 
de descubrir mi espíritu.
Fuimos navegantes del amor
en la tormenta del deseo,
por ese instante creo,
queremos repetir.
Llegar a la felicidad
de tenernos mutuamente
como tiernos adolecentes
en la edad ya madura.
El amor no tiene tiempo
y quiero amarte eternamente.
Daniel Valdman