martes, 6 de junio de 2023

Espíritu

Se marchitan las fuerzas
al transcurrir cada día
como sucede con las rosas
cuando comienza su agonía
soltando cada pétalo
aferrándose a la vida
tratando de prolongar su existencia
haciéndose más grandes y más bellas
dejando el último suspiro
en su caída.
A todos nos pasa, es la naturaleza
que a falta de la fuerza
para mantenernos altivos
recurrimos a la experiencia
para evitar los movimientos.
Cuesta admitir 
que no somos los mismos.
Las juventudes se han ido
cambiándolas por sabiduría
mientras la piel se marchita
al igual que a las rosas
que en su momento crucial
se tornan más hermosas
y nosotros, nuestra belleza
la mostramos en el alma.
Y es por eso mi amada
que no me canso de mirarte,
ya no con los ojos de la cara
sino, con la profundidad del espíritu.
Daniel Valdman.