domingo, 2 de abril de 2023

Tormenta


El bramido de los vientos
hace coro con los truenos
y las llamaradas de los rayos
acentúan mejor el ambiente.
La tormenta implacable
acalora más la alcoba
escondiéndonos en el lecho
escudándonos con las cobijas.
Y estando allí metidos
generamos otros huracanes
que las nubes no los traen
ni los vientos prepotentes.
Las manos y los brazos
como olas incipientes
desean llenar todo el espacio
descubriendo suspiros y clamores
pioneros de nuevas sensaciones
que ni siquiera se han imaginado.
Y los ríos de los besos se enloquecen
desbordando pasión y sentimiento
en la más bella tormenta
que nos pudo traer este invierno.
Daniel Valdman.