para protegerme.
Para hacerme sentir vivo,
para creer en el mañana
y sentir que el amor
aún reina en los sentimientos.
Están tus brazos
para decirme que me amas
y que puedo entregarme a ellos
cada vez que la vida me ataca
o simplemente
para decirte que te amo.
Se que tus brazos
me están aguardando
y también se
que cuando los encuentro,
les entrego mi alma.