domingo, 23 de diciembre de 2018

Vuelo

A veces, tropieza el alma
y necesito tu mano para sostenerla
procurando que no se caiga.
El poder del sentimiento es enorme
que convierte a las pesadillas
en magníficos sueños.
La caricia ahuyenta pesares
que ni siquiera la medicina
puede contrarrestarlos.
Y así, como ansío tu mano,
yo te doy la mía cuando la necesitas.
Eso también es amor.
Porque tu dolor es el mío
lo mismo que la alegría.
Y entre abrazos y caricias,
entre lágrimas y sonrisas,
vamos transitando la vida
unidos por el sentimiento.
Y no es que te quiera a mi lado,
es que te amo
y eso es 
que sin encadenarte en mis brazos
vueles con mi espíritu.
Daniel Valdman