mientras la ciudad transita
por el mundo de los sueños.
El desvelo insiste
en sumergirme en los recuerdos
que ya no puedo ni quiero alcanzarlos.
El tiempo se ha ido, ha pasado
y ya no soy el mismo,
mucho he cambiado
porque es lo que traen los años,
un manojo de experiencias
que en el rostro llevo marcadas
y en las cosas que ya no puedo hacerlas.
He vivido, he amado,
he construido, he inventado
y miles de batallas he luchado
en las que algunas he vencido
y en otras, he sido derrotado.
Y así, hasta aquí he llegado
con inviernos y primaveras pasados
y en el camino me fui marchitando
pero sin haber perdido
el amor a la vida.
Daniel Valdman
