vestida con la elegancia
que permite el verano.
Pero tu andar recto y soberano
se hace apropiar de todas las miradas.
Cabello al viento, desafío en la mirada
y una sonrisa en la cara
compartiendo conmigo
la sensación que causas.
También me contagio de la gracia
que la travesura de tu andar produce
y me subo al escenario de la historia que creaste.
Serán modelos? Les pedimos autógrafos?
Y el mundo confundido
por un encuentro de amor con mucho cariño.
Y jugamos como niños
a ser personajes de novela.
Qué importa la realidad
de lo que a nuestro alrededor sucede
si vivimos nuestro sueño
sin importarnos de la gente
que se olvidó de jugar
a que son diferentes
de la rutina que día a día
hace olvidar las fantasías
que tuvieron alguna vez
disfrazadas de sueños.
Y cruzamos los brazos
por nuestras cinturas
para continuar andando
por el sendero de nuestras locuras
regalándole sonrisas a quienes
con gestos adustos y severos
se olvidaron que aún
estamos en la vida.
Daniel Valdman.
