en el letargo del amor
disfrutando lo hermosa que eres.
Entonces te acaricio
como posesionándome
de tanta belleza
sintiendo el poder de tu piel
sobre mis sentimientos.
Gozo de tu entrega a mis manos
y la satisfacción que te producen
las suaves y fuertes caricias.
Y te amo,
ya sin la enérgica pasión,
porque lo siento con el alma.