cuando el crepúsculo se aproxima,
sentir tu mano en la mía
es la riqueza mas grande
que haya conseguido.
Compartir la experiencia,
hablarnos en silencios
tras tanto conocernos
y ser felices por ello.
Amar el calor de tu cuerpo
ya sin juventudes
pero aún con sueños,
tu perfume natural,
el roce de tus cabellos.
Y la mirada tierna
con tanto sentimiento.
Gracias por llenarme el alma,
gracias por saber que te quiero.