domingo, 8 de abril de 2018

Cerca

No estoy lejos de ti,
solo a un hombro de distancia
dejándote disfrutar
lo que tu sentimiento percibe
tras las energías gastadas
en la euforia de amarnos.
Vigilo tu sueño
profundo y callado
gozando el placer
de tenerte a mi lado
convenciéndome más aún
que eres a quien amo.
Y mirándote sueño
con juventudes que no hemos vivido
porque realmente,
así te veo, en otros tiempos, 
como que volvieran ahora,
a la edad de nuestros otoños.
Bella como nunca,
suave como terciopelo,
delicada como una rosa
y entregada al sentimiento
sin temores ni angustias
y como la fruta madura,
de sabor exquisito.
Y a esta altura de la vida,
sin que el tiempo 
nos haya vencido,
es cuando más te siento
dulce amor mío.
Daniel Valdman