viernes, 17 de julio de 2015

Dolor

Hay veces que amar duele
porque el amor que se carga
es difícil de entregar.
No basta la caricia
ni el beso deseoso,
pues es tanto el sentimiento
que se alborota en el pecho
queriendo en un abrazo
poder meterse en el otro
y eso, a veces, tampoco alcanza.
Es una emoción inversa
porque a pesar del dolor que se sienta,
a la vez, uno quiere volar.
Y es cuando vuelo recorriendo tu cuerpo,
apretándote fuerte hasta escuchar tu quejido
y el regaño que me haces
y todo es, por quererte tanto.
Si pudiera lograr que tu alma
sienta este dolor compartido
seguro que saldría de tu cuerpo
para volar en el amor junto al mío.

Daniel Valdman