Naufragos

Navegando entre estrellas
me hundo en el firmamento
donde se confunden el mar y el cielo

mientras busco el puerto de tus caricias.  

Se que te escondes a mis pensamientos

mientras mis ansias

no dejan de desearte

y recorro tu figura fresca y radiante

saliendo de las aguas

que ahora tengo al frente.

Y soy naufrago en tus labios

y me pierdo entre tus curvas y valles.

No me alcanzan las manos

para acariciarte

pues me esclaviza el hambre

de llegar hasta tu alma.

Queriendo hacerte mía

me sometes a ser tuyo

y entre los dos somos uno

queriendo invadir el universo

como se juntan el mar y el cielo,

navegando sobre caricias.

Daniel Valdman.

Natural

Intenso celeste

y una nube lo trasciende

haciendo más hermoso el cielo.

La mañana quieta

en el día de descanso

deja escuchar 

el canto de los pájaros

que por los afanes y los trabajos

se nos pasan de largo

como si no existieran.

La paz está en el silencio

que a la mente no atormenta.

Sin soñar, sin pensar,

solo con quedarse quieto

disfrutando el momento

del Domingo con cielo celeste,

con una nube que lo trasciende

y el cantar de las aves.

Soy feliz en este instante

donde siento que no soy nada

y a la vez, estoy repartido en todo.

Porque todo me pertenece

pues también, soy naturaleza.

Daniel Valdman.

Café

Sueño con tu mano en la mía

y una tímida sonrisa

se despierta en mi rostro.

El café humea

y en el vapor que se eleva

veo envolverme en sentimientos

con el mágico recuerdo

de sentirte a mi abrazada

mientras te defiendes del frío

que en la noche trae el rocío

mientras trato 

de que te cobije mi alma.

Y está mi corazón junto al tuyo

en esa noche de invierno

como ahora que lo recuerdo

sentado en el bar de la esquina

mientras veo humear el café

imaginándome contigo.

Daniel Valdman. 

Laguna

Buscaré tu sonrisa

frente a la laguna

con el canto de las ranas

que auyentan el silencio.

Te veré salpicando con el agua

tratando de mojar mi cuerpo

y tu felicidad al responderte

del mismo modo.

Te encontraré en el tiempo

que hemos disfrutado

mientras fuimos niños

o aún ya maduros

gozándonos de estar juntos

y pasar la vida jugando.

Las gotas de salpicarnos

aún siguen en la laguna

esperando ser chapoteadas,

cómplices de la travesura

mientras el agua

quieta y llana

con su paciencia nos aguarda.

Y hoy, soñando aquí en la rivera,

de la laguna que fue siempre nuestra,

acompañado por el canto de las ranas

con la cabeza cana

y los años encima

siento vibrar la alegría

que me traen los recuerdos.

Daniel Valdman.

Abrazo

Quédate donde estás,

disculpa que no diga nada.

Necesito que me acompañes

compartiendo el silencio

mientras la mente vuela

en infinidad de recuerdos

con todos los sentimientos

que tiritan en el alma.

No salen por mi voz las palabras

pero eso no quita

que hable contigo en otra lengua

con la mirada perdida

y sintiéndote a mi lado.

Si quieres, tómame la mano

haciendo física tu presencia

y me vayas arrastrando

sacándome del este abismo 

donde me encuentro.

Mi voz está quieta

y siento en mí gritos desesperados.

Quizás se acallen con un abrazo

que te ruego, que te suplico

ahogándose esos gritos

en un tortuoso silencio.

Daniel Valdman.

Rutina

Me salva de la rutina

pensar en tus caricias

o un mohín tuyo

que me produce la sonrisa.

Un gesto de ti

como recostare en mi pecho

haciendo inútil los esfuerzos

del sofá bien diseñado

para la comodidad de nuestros huesos.

Me salva de la rutina

saber que al fin del día

me encontraré entre tus brazos

pidiéndome un abrazo

que te libere de los dolores 

que ganaste trabajando

y que para los masajes

es que me tienes a tu lado.

Y yo, sumiso  e incauto

guardo de mi lo romántico

y el beso que estuve cultivando

para poder alejarte 

de todos tus males.

Llegó la hora,

se acabó la rutina

y celebro que la vida

yo la pase a tu lado.

Daniel Valdman.

Detalle

Hay tesoros
que guardamos para nosotros solos
porque somos los únicos que comprenden
el real valor que tienen.

Como tu expresión de asombro

ante un detalle que te traje

abrazándolo con amor

como si fuera tu mejor juguete

con el que toda la vida has soñado.

El brillo de tus ojos

ante tan simple elemento

paseándolo por la casa

como si fuera la cosa más grande

que jamás se haya inventado.

Y ese, es mi tesoro,

disfrutar el brillo de tu rostro

y gozarme de la niña

que llevas dentro muy metida

por temor a que alguien la hiera.

Y es solo a mi a quien la muestras

compartiendo juntos la alegría

por tan simple detalle 

y lo grande de tu sorpresa.

Daniel Valdman.

Carrusel

En el carrusel de la vida

no siempre nos tocan los caballos

y seguimos obcecados

en querer ganarnos la sortija.

Y entre tantas vueltas que hemos dado

el señor del premio nos  esquiva

y le pedimos otra vuelta

para intentar ganarlo.

Y así seguimos andando

entre vueltas y vueltas sin marearnos

tratando de hallar el rumbo

que hasta ahora no logramos.

Los colores del carrusel nos atrapan

y de él no queremos bajarnos

aunque el tiempo pasa,

aunque ya estemos cansados

y los cuerpos deteriorados

no se resignan a entregarse.

Y seguimos luchando por otra vuelta,

quizás la suerte esté de nuestro lado

y estemos más cerca del premio

de lo que hemos pensado

que es otro día más, otro año

que podamos ver el sol

asomarse por nuestro cielo.

Ya muchas tormentas hemos pasado

y no queremos bajarnos del carrusel

por el solo premio de seguir disfrutando

cada amanecer de un día nuevo

y poder alcanzar la esperanza

de mejorar la vida.

Daniel Valdman.

Madrugando

El segundo café de la mañana
en un Domingo de madrugada.
El cuerpo que despierta
al ya no soportar la cama
para sentarse frente a la hoja blanca
que espera le dibuje palabras
buscadas en la conciencia y en el alma.

Resolver los remolinos del pensamiento

trayendo historias de recuerdos

de cuanto quise y de cuanto quiero,

así como se llena de cicatrices el rostro

porque inexorable el tiempo

va dejando su huella frente al espejo

y va cambiando de por si las ansiedades.

Ya son otras las necesidades,

hasta el vestuario ha cambiado.

Quedaron atrás los vaqueros apretados

y esos zapatos raros

hoy imposibles de calzarlos.

Las tallas son distintas,

fieles testigos de fiestas en la comida

y el esfuerzo que se realiza

para que vuelvan a tener la medida

sin tener que cambiar de lugar los botones.

Y tu me amas así

con el cabello canoso perdido,

con los kilos que he adquirido,

con mis perfumes y olores.

Con mis rabietas e ilusiones

que por suerte compartimos

y con el calor de las caricias

que nos curan de todos los males.

Sentado frente a la hoja en blanco

solo pienso en ti

y en sentir cuanto te amo.

Daniel Valdman.

Aventura

La aventura de la vida
la pasé viajando
sin rumbos determinados,
donde me llevase el destino.

Fueron muchos los motivos

por los que armaba las maletas

cargadas de sentimientos en letras

y por delante, los caminos.

Mares, cielos, tierras

dejando en cada lugar la huella

por donde he pisado

con un beso y un abrazo

porque en todo espacio he amado.

Y quizás ese fue mi rumbo

buscar el amor ansiado

anclando mi espíritu

en el puerto de unos brazos

para seguir la aventura juntos

o sembrarnos en algún lado.

Disfrutar amaneceres,

bajo las lluvias mojarnos

o en el lecho quedarnos

inventando nuevos sueños.

Y así quizás seguir viajando

hasta darnos cuenta

que no salimos del cuarto

y que hace ya tantos años

que este viaje

lo hemos hecho juntos.

Daniel Valdman.

Llueve

Tras los cristales llueve

y mientras los vidrios se humedecen 

invaden las nostalgias

de tiempos irrecuperables.

De cuando todo era más sencillo,

que hablar con un desconocido

no tenía temor ni desconfianza.

Sentir tener la misma sangre con el amigo

y hablar de frente sin ocultar los rostros.

Cuando los vecinos eran el primer auxilio

y la soledad no existía

porque siempre había alguien

para escuchar o ser escuchado.

Cuando el pan de las fiestas se compartía

cerrando la calle con mesas y sillas

y festejar así la llegada del año nuevo.

De casa en casa un brindis en navidades

y llegado del Domingo, el partido en la calle

donde jugaban todos sin haber espectadores.

Otros tiempos, otras vidas

y gracias a la realidad de las fantasías

que cambió todo con la tecnología

hoy estamos dispersos

teniendo a los amigos por teléfono

sin poder estrecharnos la mano

y sin hablar de un abrazo

entregando el alma en el sentimiento.

Si, los vidrios humedecidos

me traen recuerdos

y me cuesta acostumbrarme

a las novedades del momento

aunque ya haya vivido mucho

y cada día, me quede menos tiempo.

Daniel Valdman.

 

Reflexión

Se va acortando
el tiempo de la vida.

La bolsa de los días

cada vez más vacía 

y no hay manera de solucionarlo.

El mundo fue evolucionando

pero a pesar de tantos cambios

los poderosos se siguen aprovechando

y eso demuestra que en toda la historia

nada ha cambiado.

El hambre es abajo

mientras que arriba

se siguen hartando de comida

condenando a la humanidad

a ser cada vez más miserable.

Y si el pueblo en las calles protesta,

se inventan una guerra

con falsos patriotismos

acallando las voces que piden

pan, paz y trabajo

mientras siguen ordeñando

las necesidades de las gentes.

Ya no puedo cambiar el mundo,

se me han gastado las fuerzas.

De mi timón no puedo variar el rumbo

porque el solo intento me condena

y del abismo, cada vez más cerca

donde todos nos encontraremos

en el mismo infierno

mientras nadie se de cuenta

que jamás será más grande

la tumba de un rico

que la de un pobre.

Daniel Valdman.

 

Experiencias

Son las cuatro de madrugada

y el silencio que me acompaña

busca la palabra acertada

que pueda expresar desde el alma

lo que en mi mente navega.

Es tan temprano

que ni los pájaros cantan

para saludar al alba

que por la hora, aún se esconde.

Vuelan los recuerdos

de oportunidades perdidas

porque la experiencia despertó tarde,

ya muy tarde entre los días

que el tiempo arrastró

a un lejano pasado.

Ya no sirve, es en vano.

Y cuando estuvieron a la mano

se dejaron pasar, se esfumaron

por la falta de experiencia

la misma que hoy sobra.

Tarde uno se da cuenta

y de remediarlo ya no hay manera

pues la vida continúa

mientras nos llena de sabiduría

para dejarla como herencia.

Daniel Valdman.

Sharititity

El tiempo pasa,

los recuerdos llegan

que no hace mucho

te iba a buscar a la escuela

y nos devolvíamos por las calles

pateando tapitas

o jugando carreras

hasta que ya empezaste a ganarme.

Hoy cumples exactamente

la mitad de mi vida

que he tenido la suerte

de contigo compartirla

para aprender que ser padre

es criarse de nuevo.

Me has ganado en muchas cosas

más que las carreras

pues me enseñaste la felicidad

de tenerte como hija

haciendo realidad la fantasía

tantas veces soñada

compartiendo aventuras o travesuras

hablando un idioma

que solo tu y yo entendemos

o con señas o miradas

siempre poniendo el alma

en cada día que tuvimos.

Hoy te toca mi función

que espero haber cumplido,

enseñándole a tus hijos

lo que de mi pudiste haber aprendido

y lo que la vida te haya enseñado.

Me siento orgulloso

de que seas mi hija

sin diplomas ni medallas,

con el único motivo

de llegar a ser quien eres.

Gracias Sharity

por haberme regalado 

la mitad de mi vida.

Porque no sabes 

cuanto te quiero.

Daniel Valdman.

Esfuerzo

Hinca el viento la vela
acercando la barca
a la costa donde me esperas.

La ansiedad es mucha,

la desesperación me llena

mientras las olas me arrebatan

el esfuerzo en la tarea

tratando de llegar antes

para que no te pese la espera

y encontrarme con tus brazos, 

que me aprieten fuerte

y con un beso apasionado

te muestre cuánto te he extrañado

y lo mucho que me haces falta.

No se si el viento conoce de romances,

ni si las olas son egoístas

que obstruyen mi llegada

al abrazo de mi amada

que ansío con todas mis fuerzas.

Se me hace eterna esta batalla

entre el viento, las olas y mis ansias

y este mar bravío que me desafía.

Ya estoy llegando, te veo en la orilla

saltando y abanicando los brazos

en señal de bienvenida

regalándome tu alegría

premiando así el esfuerzo conquistado

y al fin, decirte que te amo

como jamás amé en toda la vida.

Daniel Valdman.

Torta

Dibujando letras
voy creando castillos
donde tu eres la reina
de todo mi imperio.

Ordenas a las cosas

que se acomoden a tu manera

para fabricar esa torta

que tanto te atormenta

buscando entre libros de recetas

tratando de encontrar la apropiada.

Mi colaboración te es ingrata

y me pides espacio en la cocina.

Los sartenes no te alcanzan,

las ollas al fuego vencidas

cargadas de mezclas y condimentos

tratando de hallar la más apropiada.

Me voy, mi ayuda no sirve de nada

y te dejo gobernar la hecatombe

que solo tu reconoces

mientras el futbol me aguarda.

Pasaron dos horas,

ya se acabó el partido

y con mucho sigilo

voy a ver el experimento.

La cocina aseada,

el horno prendido

y un aroma delicioso

que invade todos los sentidos

y me dices que ya está listo,

que esperemos a que se enfríe

para poder celebrarlo

el ponqué de cumpleaños

que con todo tu amor hiciste.

Y no hay regalo más hermoso

que tu beso y tu abrazo

diciéndome que más no aguardemos,

que probemos un bocado.

Daniel Valdman.

Cosecha

Comienza la faena
en el campo que me espera
como fiel enamorada
de mi labor diaria.

Me devuelve con los frutos

que la cosecha arranca

sin destruir nada

y mejorando la tierra

quitándole las malezas

y abonandola con esperanzas.

Elegiré lo mejor

para llevarlo a la cabaña

y que tus manos cálidas

las conviertan en el más rico alimento,

con la sazón de tu cariño y esmero

para que juntos lo disfrutemos

entre caricias y miradas.

Es dura la vida en el campo

pero cuando se está enamorado

todas las frutas son manjares.

Daniel Valdman.

Tifón

Despejados los cielos
tras la tormenta.

No perdonó el tifón

los árboles añejos

ni siquiera los techos

de hogares humildes.

Cayó sin anunciarse

cogiendo a todos desprevenidos

sin el menor atisbo

de que iba a ser tan fuerte.

Y ahora, a comenzar nuevamente,

a levantar muros,

a reforzar los tejados,

a quitar el barro

que trajeron las inundaciones

y a rezar que no vuelva

por un largo tiempo.

Si, a comenzar de nuevo,

a crear otros sueños,

a tener otras ambiciones.

La realidad es muy dura

y las necesidades son muchas

sin contar las ansiedades.

Pero ante tantas adversidades

la gente se junta

ayudando a rescatar

lo que queda en los hogares

y ofreciendo su voluntad

para los que más han sufrido.

No todo ha sido malo 

en este destino

pues se acabaron las rencillas,

los enemigos se dieron la mano

trabajando con el mismo ahínco

juntos como hermanos

tratando de reponer

todo lo que se ha caído.

Daniel Valdman.

Voluntad

Quería acorralarte entre mis brazos

para conocer el sabor de tus labios 

y sentir tus latidos en mi pecho.

Pero fui yo quien quedó atrapado

entre las fuertes redes de tu cariño.

Perdí la voluntad de liberarme

como libre ave buscando otros nidos

porque en tu lecho descubrí el infinito

sintiéndome como una estrella

sumergida en los cielos.

Sentir como el alma 

se desprende del cuerpo

y el amor se toca como un paraíso

en los contornos de tu piel

o en las selvas de tu espíritu.

Hacerme dueño de tu aire,

saborear cada suspiro

comiéndome cada gemido

que mi pasión pueda crearte.

Y así navegando juntos

sin llegar a ninguna parte

sentir que somos ángeles

de verdad creando la vida.

Daniel Valdman.

Hoy

Rayos de luz

trae la mañana

augurando una fecha calma

tras las lluvias de la noche.

Se esconden las penumbras,

se hiza en vapores el agua

y la tierra fresca y húmeda

nos llena de sus mejores aromas.

Día de paz y esperanza

para recoger abrazos y caricias

regalando sonrisas

a quienes de nuestra alegría

se contagian.

Vale la pena vivir

compartiendo como esta

la mañana,

aprovechando para decir

un te quiero,

o que todas las penas pasan.

Que los problemas de la vida

son desafíos para superarlos

y la aventura de enfrentarlos

nos hace más fuertes todavía.

Vamos, levántate y andemos,

no desperdiciemos

este día que se nos regala

y hagámoslo nuestro con el alma

porque no sabremos si habrá

como este, otro día.

Daniel Valdman.

Primavera

Recorrí los campos
cargados de silvestres flores
que fui recogiendo para llenarte
el lecho de primavera.

Y a medida que las recogía

iban bailando en mis manos

contagiadas por la alegría

de mi ansiedad al pensarte

despertando en una lluvia de flores

sin que sea un sueño o una fantasía.

Y a medida que avanzo

rumbo a la cabaña

se me dibuja una sonrisa

imaginándome tu cara.

Y la sorpresa romántica

de la primavera sobre las cobijas

la responderás con un abrazo

donde yo te entregue el alma.

Daniel Valdman.

Perdida

Por qué mundos divagas

cuando pones la mirada

como si fuera hacia adentro?

Cuáles son esos sueños

que te tienen aprisionada

en un espacio donde no entro?

Se transforma tu rostro,

te quedas obnubilada

y la belleza de tu cara

se pierde no se en qué distancias.

Temo decirte algo

que no sea lo correcto

y por ello extiendo mi brazo

acariciando tu espalda

para que sientas que estoy a tu lado,

sin importar las causas

que te ponen tan triste

que le duele a mi alma.

Entonces te recuestas en mi hombro

y con una sonrisa me dices

que no ha pasado nada.

Que son solo pensamientos

que te traen los recuerdos

de tiempos idos ya muy lejos

que sin querer te fuiste

y que con solo un beso,

ya estás de regreso.

Daniel Valdman.

Ángel

Amanece tiñendo el cielo de violeta.

Los ángeles buscan su sueño

montados en las nubes que los llevan

vaya saberse hacia donde,

como alejándolos de la tierra

tras sentir su misión cumplida.

Y nos quedamos nosotros 

esperando que vuelvan

porque nuestra soledad es muy intensa

y creemos que no podemos solos.

Tengo un ángel que me cuida

y está aquí, en mi mismo lecho,

arropándome en el sueño

y despierto, regalándome su sonrisa.

Es quien juega conmigo

cuando la enredo con palabras

y me regala su caricia sana

diciéndome que estoy loco.

Y es cierto, porque la locura

es un poder del sentimiento

que produce más amor

cuando más se ama.

Dejo a los ángeles del cielo

realizar su labor cotidiana

que yo, sin pedirle ni rogarle

tengo a mi ángel de la guarda

queriendo amarla tanto

como ella me ama

y así crear nuestro cielo

entre luces violetas y claras.

Daniel Valdman.

Soledades

Vacía la playa
me pide que la acompañe,
quizás para compartir soledades
o sueños que la mar se lleva.

Van quedando mis huellas

como queriendo decir algo

y los pensamientos que se pierden

entre la inmensidad de las estrellas.

La mar, cobijo de agua

que purifica el alma

con la monotonía de su canto

y el horizonte infinito.

Y cuanto más en mi profundizo,

mucho más te extraño

como queriendo que mi amor

pueda llegar a tu lado

y acariciarte como las olas

besan la arena en la que ando.

Y así, pensando en ti y soñando

desaparecen las soledades

porque de alguna manera

tu me estás acompañando.

Daniel Valdman.

Vuelo

Vuela mi mente por sitios extraños,
Se posa en el candor de tus labios
y se pierde en el universo de tus ojos.

Se estremece al calor de tus manos

y se obstina paladeando

el sabor de tu piel.

Te recorro con la mente

porque no puedo abrazarte

y si pudiera quisiera aferrarme

a lo dulce de tu sonrisa

que me desbarata y me incita

a que te siga amando

mucho más de lo que te amo.

Porque eres el puerto de mis fantasías,

la razón de despertar cada día

por el solo motivo de encontrarte

y conocer así la razón de la vida.

Si, te amo, mucho más

de lo que puedan decir mis caricias

y por eso te pienso

porque el sentimiento

viene desde el alma.

Daniel Valdman.

Amigos

Se que me esperaste,
tuve un día sacro
poniendo todo mi entusiasmo
en limpiar la conciencia

esa, que de tanto en tanto

se llena de pesadas cargas.

Estuve con amigos

que hacía tiempos no veía

y nos llenó de alegría

volver a encontrarnos.

Otros se ausentaron

cada uno con su motivo

y nos dimos cuenta

que algunos ya están en otra vida.

Estrechar las manos cálidas,

recibir y dar las mismas sonrisas.

Estrecharnos en abrazos

en emociones compartidas

sintiendo que la amistad

es nuestra mayor ganancia.

Disculpa que ayer no estuve,

he limpiado mi conciencia

y hoy vuelvo con nuevas ansias

para decirte que te he extrañado

aunque haya estado en buenas manos

y no pude contigo compartirlas.

Daniel Valdman.

Abrazo

Acaricio la suavidad de tu rostro
y aprietas mi mano contra la mejilla.
No se dónde hay más amor
si en tu mano o en la mía
que se transforma en sonrisa
de ser ambas bienvenidas.

No hacen falta palabras

para apretar nuestros cuerpos

en un abrazo intenso

rebosante de cariño.

Y quiero apretarte fuerte

como para meterte dentro mío

aunque ya estés en mi alma

que no quiere soltarte.

Tan solo es un instante

que lo convertimos eterno

por las ansias que tenemos

de entregar todo el sentimiento.

Y ahora que estamos lejos,

tu navegando en tus sueños

y yo madrugando escribiendo,

te siento muy fuerte en mi pecho

como si fuera tu corazón 

el que me late.

Daniel Valdman.

Cumplir

Lejos están los años juveniles

con sus rebeldías y ansias

de querer saberlo todo

y darme cuenta con el tiempo

que el todo es un imposible.

Las paredes contra las que he chocado

se mantienen firmes en su sitio

como esperando a los próximos ingenuos

para que se sigan chocando.

La razón ya no importa,

dejé de ser juez y jurado.

Ya no entro en discusiones largas

que perturban mi cordura

y no llevan a ningún lado.

No he de cambiar el mundo

por más que lo haya intentado

y no se si la huella que habré dejado

alguien la lleve en su conciencia.

Ya no importa, pues en cada cumpleaños

no suma lo que he vivido 

sino los que aún me restan.

Y ya estoy en la cuesta

donde subir es imposible

y las energías y fuerzas que he tenido

las he gastado entregando lo que tuve.

Realmente, ya no importa,

solo espero haber cumplido.

Daniel Valdman.

Domingo

Madrugada de Domingo
silenciosa, solitaria 

pues los cuerpos descansan

tras el trajín de la semana.

La ciudad quieta

invita a pasearla

para observar los paisajes

que el afán no deja

descubriendo rincones

que merecen ser de un artista.

No es tu culpa que yo madrugue

y que salga a la aventura

de nuevas vistas

mientras sigues dormida

haciendo malabares con los sueños.

Pero cada cosa que hallo

me gustaría compartirla contigo

para que con la mirada tomes la foto

que quedará grabada en tu recuerdo

y que juntos disfrutemos

todas las bellezas que se esconden.

Y en mi andar, converso contigo

aunque no estés presente

porque la ciudad ahora es mía

y con tu ausencia está más vacía

por lo mucho que te quiero.

Daniel Valdman.

Sueños

La aventura de la vida
comienza antes que la madrugada,
entre sueños próximos a despertarse
y la razón que ya nos llama.

El rumbo de las fantasías

que no siempre se entiende

guiarán el paso del día

porque nos dejarán pensando.

Qué me estarán diciendo?

De qué me estarán previniendo

o qué me estarán recordando

esas mágicas ilusiones

imposibles de tenerlas despierto?

A veces se quiere volver

al punto que se ha dejado

para continuar la historia

que nos tienen atrapados

o a quitarlo de la memoria

para no volver a recordarlo.

Esos sueños de madrugada

que hoy me tienen desvelado.

Daniel Valdman.