jueves, 5 de septiembre de 2019

Mirada

Es temprano.
Aún no amanece
y comienzo el alba
con tu rostro en mi mente.
Como si continuase en el sueño
que ahora, ya despierto,
deseo me acompañe todo el día.
Y te amo, 
con un amor reluciente
que me ilumina la vida.
Me acompaña tu sonrisa
y esa cantidad de pudores
que tras los años,
aún llevas encima.
Y ya en la madurez del tiempo,
cuando la belleza en los ojos
brota desde el alma,
sigo enamorado de tu mirada,
de tu risa, de tus gestos
y del idioma que hablas con las manos.
Y este sueño
que traigo desde las cobijas
es el que mejor abriga
de los hielos
que ataquen el alma
Daniel Valdman