lejana y pequeña,
escondida entre tinieblas
en cielo húmedo sin estrellas,
como si también le dolieran
los avatares de la guerra
que sin causa alguna
solo acaban con la vida.
Conozco el motivo
del por qué estás escondida
ocultando las heridas
que se producen en tu alma
sin querer mostrar la lágrima
que rueda por tu mejilla.
Luna pequeña en mi trinchera
acompañándome en la guardia
atenta y desconfiada
ante tanta indolencia.
No somos dueños del mundo
y los que son, lo tienen calculado
cuántos miles quedarán atrapados
ante el fuego cruzado
entre los dos bandos.
No les importan sus soldados
ni los sueños ni sus esperanzas.
Solo quieren ganar la batalla
a costa de lo que sea
contando a los muertos que deja
como daños colaterales
de una ambición sin fronteras
en espíritus insaciables.
Y por eso mi Luna te escondes
como yo en la trinchera.
Daniel Valdman
