domingo, 5 de julio de 2015

Cosmos

Te estaba esperando
y tu llegada iluminó mi alegría
porque las almas
se sonrieron al encontrarse.
Los cuerpos no se contentaron
con solo mirarse
y las caricias tampoco alcanzaron
a entregar todo el sentimiento.
Había mas, mucho mas 
de lo que pudieron dar los besos.
De lo que decían los suspiros,
de lo que callaba el aliento.
Se hizo constelación el recinto
y desapareció el espacio.
Eramos dos espíritus flotando
en el ancho mar del universo
y llegado el momento,
nos tocó volver
para darnos cuenta
de cuanto nos amamos.

Daniel Valdman