domingo, 16 de abril de 2023

Ángel

Sin querer toqué tu brazo
y tu mano apretó mi mano
como queriendo sentir mi presencia
más allá de las miradas,
más profunda que la palabra,
tan honda hasta llegar al alma
porque a veces, la soledad duele.
El silencio comprendió lo que pasaba
y un fuerte abrazo quiso apretarte.
No fue tu intención separarte
y por un largo rato, así nos quedamos.
Y cuando ya la lágrima se seco en tus labios,
nos separamos por un instante
cuando entonces nos presentamos.
Yo dije mi nombre
y tu dijiste que soy tu ángel.
Daniel Valdman.