Un ramito de claveles
te traen mis versos,
porque no tienen espinas
que puedan lastimarte.
Puedes apretarlo
contra tu pecho
para sentir el cariño
con que fue cortado
y oler la frescura
de la pasión infinita
o embriagarte con su color
creando nuevas fantasías.
Puedes ponerlo en agua
si te llega al alma
para que veas en el ramito
que no te olvido
y me haces falta.
Te traje este ramito
metido entre palabras
envuelto en un te amo
que brota de mi espíritu.
Daniel Valdman