Ya pasó el primer mes del año
sin que hayan grandes cambios.
Con los rostros tapados
la gente sigue andando
manteniendo el temor al contagio.
Y porque casi nada ha cambiado,
nos seguimos amando
en este encierro involuntario
inventando fantasías,
pequeños sueños realizando
y conociéndonos más cada día.
Tienen otro sabor las caricias.
Todas las palabras son importantes
porque el mundo que creamos
solo tiene dos habitantes
haciendo que cada uno
sea gran parte del otro.
La libertad está en nosotros,
en tu mirada, en tu sonrisa,
en un abrazo, en un beso.
En la flor que se nos abre
en los jardines que cultivaste
o en mojarme todo
cuando los riego.
Si, el mundo se ha cerrado
y qué importa
si nos seguimos amando
mientras la Luna,
fiel testigo de nuestro romance
nos siga iluminando
haciendo más azul
nuestro amor en los cielos.
Daniel Valdman
