lunes, 15 de abril de 2024

Herencia

Si las palabras fueran balas
la humanidad no existiría.
Tanta maldad, tanta sedicia
que no alcanzan los ruegos y llantos,
ni siquiera las caricias
ni las lágrimas vertidas
para encontrar una paz hoy lejana.
No hay donde poner la esperanza
ante ambiciones enloquecidas
de poder, de riquezas
creando mayores diferencias
entre los que botan la comida
y los que tienen hambre. 
Se castigan los campos
acabando con los campesinos
entonces no habrá más pan
pues no estará quien recoja el trigo,
ni la cebada, ni el centeno,
ni quien ordeñe a la vaca
que ya sufre en su mujido.
Qué mundo dejaré a mis hijos
con mi culpa de no hacer nada
que suprima la batalla
entre tanta diferencia.
Y siempre ganarán
quienes tengan mejores armas
ante un tridente o un azadón
o tan siquiera una pala
para luchar contra un fusil
o un tanque contra un tractor.
Qué triste será mi herencia
dejándola sin respuesta
ante males innecesarios
con la mesa vacía
y los campos acabados.
Daniel Valdman.