domingo, 14 de enero de 2024

Verano

El escritorio preparado
con su hoja, su lápiz
y si se es moderno,
también con su teclado.
El poema está rondando
entre sinfines de historias
mientras la mente divaga
entre coincidir las palabras
para que el lector se satisfaga
en lo que está leyendo.
El verano está ardiendo
y las playas como hormiguero
ya no encuentra más espacio.
No es propicio el paisaje
para en él encontrar un verso.
Las gaviotas se esfumaron.
Hasta las olas llegan despacio
sin encontrar el viento
para calmar con su abrazo
el calor que sufre la gente.
El verano está que arde
que hasta las ideas se derriten.
Y el poeta sumido en su conciencia
busca encontrar ese verso que refresca
y haga tiritar de emoción
la sensibilidad del alma.
Daniel Valdman.