aún en tu ausencia
porque me llevarás amarrado
en el sentir de tu espíritu.
Ansiarás mis besos,
extrañarás los abrazos
y las canciones que recordamos
ya pasadas en el tiempo.
Me llevarás como esperanza
de mejores mañanas
e inventarás fantasías
con el sueño de lograrlas.
Me tendrás en tu almohada
cada noche en un rezo
y desearás mi calor
y el latir en mi pecho.
Y todo eso he de saberlo
pues, por ti,
sentiré lo mismo.