al compás de tu palabra
porque tu voz
en esta distancia
que la circunstancia
nos obliga,
es un cántaro de alegría
que inunda mi alma.
Y cuando estás callada,
imagino tu sonrisa,
clara, fresca, cristalina
creando las ansias
de abrazarte.
Y te amo,
más que nunca,
más que nadie
porque no creo que alguien
te haya amado tanto.